Las furias de Venecia
Fabiano Massimi
Tras la muerte de la sobrina de Hitler, Geli Raubal, en la novela El ángel de Múnich y, con Los demonios de Berlínel incendio del Reichstag de 1933 instrumentalizado por Hitler para hacer sus últimos pinitos en el poder, nace de la pluma de Fabiano Massimi una nueva pieza en el gran proyecto narrativo de reconstrucción de los terribles años del periodo nazi-fascista.
Mussolini y Hitler se encuentran por primera vez en una Piazza San Marco abarrotada de camisas negras, desplegadas por el Duce para impresionar al futuro aliado. Entre la multitud se encuentran también el ex comisario de policía Sigfried Sauer y su colega Mutti, que han llegado a Venecia para unirse a la resistencia antifascista y asestar un golpe a la maquinaria diplomática en acción. La esperanza es crear un incidente que impida la alianza entre Italia y Alemania, vista como un viático hacia una nueva guerra. Sin embargo, mientras tratan de identificar al eslabón débil de la delegación alemana, Sauer y Mutti tropiezan con un misterio de muy distinta magnitud: durante la noche, en gran secreto, Mussolini abandona en solitario el palacio en el que se aloja y se adentra en la Laguna en una lancha motora. Los dos investigadores consiguen seguirle hasta la costa de San Clemente, donde le ven atracar en un embarcadero y entrar, escoltado por un hombre con bata blanca, en el edificio principal de la isla. Una hora más tarde, el Duce vuelve a la lancha y cruza de nuevo la laguna para regresar a sus aposentos, visiblemente conmocionado. Durante los días siguientes, Sauer y Mutti deciden investigar los sucesos de aquella noche y descubren rumores sobre una misteriosa mujer alojada en el asilo de la isla, llamada Ida Dalser, que afirma no ser otra que la primera esposa, y única legítima, de Benito Mussolini.